Tras practicar el test del disparo a las dos detenidas, la Policía sospecha que fue Montserrat González, la madre, la que disparó el gatillo hasta en tres ocasiones. Ella y su hija, Montserrat Triana, huyeron del puente por separado. Pero un policía retirado que presenció los hechos las persiguió y avisó a la policía.
Madre e hija fueron arrestadas a pocos metros del lugar del crimen. Según fuentes de la investigación, en su coche había guantes y un gorro. Los agentes tratan de aclarar ahora si las presuntas autoras del asesinato actuaron por impulso o si lo tenían todo perfectamente estudiado.
El marido y padre de las detenidas, Inspector jefe de la Policía de Astorga, ha desmentido que el arma utilizada fuera su arma reglamentaria. En la pasarela del río Bernesga, flores y velas recuerdan a Isabel Carrasco.
Mientras, Montserrat González y Montserrat Triana, permanecen detenidas en distintas comisarías. Se niegan a colaborar en la investigación y, según fuentes del caso, están tranquilas y demostrando una asombrosa sangre fría.