A los empresarios de la trama Púnica les quitaba el sueño tener contento a Francisco Granados, así que si había que organizarle el cumpleaños, a Paco se le hacía un precio especial. "Una cosa de 6.000 euros de Paco a lo mejor a mí me ha costado 1.500 euros. Y es lo que al final me paga Paco", afirmaba José Luis Huerta, propietario de Waiter Music.
La fiscal le preguntaba que por qué le hacía esos descuentos, algo que Huerta justificaba así: "Porque a mí me cuesta 1.500 ó 2.000 euros. No lo hago con Paco, lo hago con una señorita de Protección Civil de un pueblo que me dice que es el cumpleaños de su hijo, que si le puedo mandar un hinchable y se lo mando".
Este mismo empresario no tenía competencia a la hora de organizar conciertos entre los pueblos amigos. Podía pedir el dinero que quisiera. El contrato era siempre para él. Su as en la manga, ser amigo de Melendi. "En Torrejón de Velasco la única vez que Melendi ha actuado en un pueblo de 1.000 habitantes en una carpa ha sido allí. Y eso lo conseguí yo por amistad con Melendi", presumía Huerta ante la Fiscalía.
El propietario de Waiter Music defiende su inocencia explicando que se enteró de todo en el calabozo. "Los tres días que llevo ahí abajo se han escuchado muchas cosas que no se habían escuchado antes. He escuchado que hay un follón montado con 2 o 3 señores de mucho dinero, que los demás estamos aquí como hormiguitas mirando para arriba, pero que han montado un jarabe de pepinos... y yo estoy muy en contra de esas cosas".
Los agasajos no eran solo para Paco. El hermano de uno de los empresarios implicados cuenta que uno de los encargos que tuvo tenía que ver con la mujer de Granados, que quería mejorar su reputación en internet, y le encargan que lo haga gratis. El trabajo nunca se hizo porque estalló el escándalo de la Púnica.