Alberto Garzón ha sido ratificado como candidato a la Presidencia del Gobierno por 129 votos a favor, el 75,8% de los votos emitidos (170 en total), mientras que 26 miembros del órgano ejecutivo han votado en contra y 15 en blanco.
Con un respaldo muy amplio, el Consejo Político de IU ha dado luz verde a una estrategia de convergencia electoral que abre la puerta al proyecto de unidad popular con Ganemos-Podemos como quiere el candidato del Ayuntamiento de Madrid, Mauricio Valiente, en contra del criterio de la dirección regional.
Aunque la resolución sobre convergencia, aprobada por el 73% de los miembros, admite que la coalición electoral es el mejor escenario posible porque permite la "concreción" de la confluencia, reconoce, no obstante, la existencia de diferentes maneras de construir las candidaturas para promover una alternativa real al bipartidismo.
Ahora bien, deja claro que cualquier propuesta de pacto electoral deberá ser ratificada por la militancia mediante referéndum. De esta manera, se resuelve, con una propuesta un tanto ambigua, el escollo de las alianzas electorales que ha estado encasquillado entre quienes defienden solo la opción de la coalición electoral -entre ellos el coordinador federal, Cayo Lara- y los que apuestan por otros proyectos de unidad popular para tener más opciones de ganar.
Precisamente, ha sido el problema de la convergencia lo que ha estado detrás de esta última guerra de Madrid, en la que se han enfrentado, por un lado, una corriente abierta a confluir aún a costa de las siglas, que lideraba la excandidata de IU a la Comunidad de Madrid Tania Sánchez y en la que está Valiente.
Y otra, mayoritaria, que encabezaban los exportavoces de la Asamblea, Gregorio Gordo, y del Ayuntamiento, Ángel Pérez, expulsados de IU por falta muy grave al desoir las resoluciones de la Presidencia federal para que dimitieran de sus cargos por considerarles responsables políticos del escándalo de Caja Madrid y las tarjetas opacas.
Un asunto que también ha planeado encendidamente en los intensos debates del cónclave -con 75 solicitudes de intervención- porque los representantes de la federación madrileña han explicitado su malestar por una decisión que ven "injusta" y que vulnera los derechos de los afectados, según han contado a Efe algunos de los miembros del Consejo Político.
Pero aunque Gordo y Pérez están ya "fuera" de IU, como ha afirmado rotundamente Alberto Garzón, siguen controlando la federación madrileña y podrían echar por tierra las aspiraciones de Valiente de integrarse en la candidatura Ganemos-Podemos si finalmente, como establece la resolución, la militancia tiene la última palabra.
En ese caso, otras fuentes han señalado que la candidatura de Valiente, quien esta semana se desvinculó de la dirección regional, seguiría adelante porque ha sido elegido en primarias y entonces la opción sería "desfederar" Madrid.
En este último Consejo Político antes de las elecciones de mayo, a no ser que se convoque de manera extraordinaria, Cayo Lara ha hecho una defensa rotunda de la convergencia con otras fuerzas para ganar a la derecha en las elecciones, pero sin "disolverse" en las demás y sin renunciar a su trayectoria y a lo que ha apoyado siempre.
Con estas palabras ha marcado su posición contraria a pactos que puedan diluir la identidad de la organización como puede ser el partido instrumental que se plantea en Madrid, Pontevedra, Orense, Santiago de Compostela y otras opciones en Galicia.
"No es un problema de siglas", ha dicho Lara, sino "un problema de respeto democrático y de garantizar la máxima eficacia en cualquier coalición". También en abierto ha intervenido Alberto Garzón, que ha llamado a aprovechar la "oportunidad histórica" de derrotar por primera vez al bipartidismo y de construir un nuevo proyecto de país al servicio de las personas, respaldando nuevamente la opción de los pactos de unidad popular porque no ve que suponga una renuncia a las siglas.