Un juez ha absuelto al alcalde de Badalona (Barcelona), Xavier García Albiol, del delito de provocación a la discriminación de que estaba acusado por repartir unos panfletos que relacionaban a los inmigrantes rumanos con la delincuencia, al entender que lo ampara la libertad de expresión.

En su sentencia, que es recurrible, el juzgado de lo penal número 18 de Barcelona cree "evidente" que los folletos y posteriores manifestaciones públicas que hizo García Albiol sobre los gitanos rumanos "no constituyeron una incitación a realizar ningún acto, salvo a votarle en las siguientes elecciones", aunque admite que el alcalde incurrió en alguna "patente e innecesaria exageración".

Por ese motivo, el juez absuelve a García Albiol de los delitos de incitación al odio e injurias colectivas por el que fue juzgado, en un proceso en el que afrontaba una petición fiscal de un año de prisión e inhabilitación por repartir los panfletos en la precampaña electoral de las municipales de 2011. En declaraciones en el Senado en Madrid, la presidenta del PPC, Alicia Sánchez Camacho, ha anunciado la absolución y ha felicitado a su partido y a Albiol por haber sido declarado inocente.

La sentencia argumenta que las manifestaciones del alcalde quedan amparadas por la libertad de expresión, derecho que según la jurisprudencia del Tribunal Supremo merece mayor protección tratándose de una persona que actuaba "en su condición de miembro y dirigente de un grupo político, y que estaba exponiendo una problemática que él consideraba que debía ser objeto de atención".

Tras subrayar que la libertad de expresión no ampara el insulto, el juez reconoce en su sentencia que la catalogación de delincuentes a los inmigrantes rumanos "constituyó una patente e innecesaria exageración, porque para poner de manifiesto el problema (...) no hacía ninguna falta decir que todos ellos eran delincuentes, vulnerando así el honor de quienes no habían cometido ningún delito".

No obstante, descarta que García Albiol incurriera en un delito de injurias colectivas al colectivo de gitanos rumanos porque, en su opinión, no era ese su objetivo, sino que la intención del procesado era "la de poner en manifiesto un problema, o la de conseguir votos, o ambas a la vez".

Según el juez, el alcalde "no realizó sus declaraciones ni distribuyó el folleto por las características de las personas a las que se criticaba; la acción del señor García Albiol derivó de su convicción de que esas personas cometían delitos, y probablemente hubiera llevado a cabo las mismas acciones si el grupo que él pensaba que cometía numerosos delitos hubiera tenido otras características".