Otoño de 2004, Pedro Acedo, alcalde de Mérida, pasa un fin de semana abatiendo venados invitado por Dyco. Un año después la constructora madrileña da el salto y empieza a apuntarse obras en la capital extremeña. Proyectos como la reforma de una avenida o la pavimentación del centro por 6,8 millones, unos contratos que ahora pide revisar la oposición.

Se le dieron obras a Dyco incluso diez días antes de las elecciones. El alcalde no se plantea marcharse del cargo y no habla del asunto, más allá de un comunicado y de lo que explica su mano derecha, Fernando Molina. "Las contrataciones son legales y nosotros no nos metemos en temas personales de Gobierno y oposición".

Acedo terminó en la cacería'Púnica'gracias a otro viejo conocido del PP Extremeño: el expresidente del Senado Juan Ignacio Barrero, que entonces trabajaba para Dyco invitó a Acedo. "Yo le invité, porque es cazador, pero estuvimos, nos volvimos y santas pascuas", ha explicado Barrero en una entrevista. A juicio de esos casi siete millones de euros en contratos, los más cazadores fueron los de Dyco.