Las luces navideñas con los colores de la bandera de España que el Ayuntamiento de Madrid ha colocado en el centro de la ciudad siguen despertando críticas. Tantas, que el alcalde José Luis Martínez-Almeida ha tenido que salir a defender su apuesta: "No crispemos la Navidad. Hagamos uso de los símbolos comunes".
Durante una rueda de prensa en el consistorio, Almeida ha argumentado que estas Navidades "muy diferentes" requieren de unión, lo que explica el empleo de la enseña nacional como una decoración navideña. "Lo que me planteo es a quién le molesta, quién puede entender que la bandera de España agrede a alguien".
El alcalde decidió que las luces navideñas de este año debían contar con una bandera de España de más de un kilómetro de largo entre las céntricas plazas de Neptuno y de Colón, así como otras más modestas en otros lugares de la ciudad.
Las críticas después del primer encendido de prueba han llegado al consistorio y la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, ha cuestionado la "inspiración poco navideña" de la decoración luminosa y que las "banderas gigantes" que Almeida "ha ido inaugurando" desde su llegada a la alcaldía, "no son muy elegantes".
"No sé yo si en el portal de Belén había muchas banderas de un país o de otro, parece que no", ha ironizado Maestre.
Por su parte, la vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha arremetido contra los críticos de las luces, usando para ello el pacto del Gobierno con EH Bildu por los Presupuestos Generales del Estado: "Me molesta que un día como hoy se esté blanqueando a Bildu. La bandera representa a más madrileños que pactar con un partido que aún no ha condenado las matanzas y no se ha solidarizado con las víctimas".