Se esperaba que fuera, otra vez, una noche tensa y complicada tras el acuerdo firmado entre el PSOE y Junts y las previsiones se cumplieron. Decenas de personas con estética radical y símbolos fascistas ocuparon la primera fila de la protesta este jueves frente a los antidisturbios.
Con total claridad, se pudo escuchar cánticos totalmente antidemocráticos pidiendo un "alzamiento nacional". Ese fue uno de los estruendos que se gritaron desde primera hora en la concentración a solo unos metros de la sede nacional del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid. Entre las proclamas se oyó en varias ocasiones y sin ningún pudor proclamas franquistas: "¡Arriba España!".
De nuevo, la manifestación pacífica se fue tornando en una sinfín de cánticos racistas, machistas y homófobos. Se llamó, a gritos, "monos y moros" a los musulmanes, se tildó de "puta" a la ministra Montero y se volvió a corear "maricón" al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Algunos de los asistentes, al grito de "¡fuera fuera!", intentaron expulsar de la protesta a los ultras que portaban banderas preconstitucionales, pero fue un esfuerzo inútil que no impidió que se volvieran a repetir escenas que recuerdan a los momentos más oscuros de la historia de España. No faltaron temas de aquella banda sonora de la dictadura como el 'Cara al sol' o el himno por los militares de la División Azul que luchó, mano a mano, con la Alemania nazi.
Los mayores señalados volvieron a ser elpresidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, a quienes desearon su entrada en prisión. No se olvidaron tampoco de colocar en su dianaal rey Felipe VI:"¡Los Borbones, a los tiburones!".
La calle está encendida a las puertas de la investidura y las protestas siguen convocándose y siendo aprovechadas por los más radicales para enturbiar el legítimo derecho a manifestarse. Para este viernes hay convocada una nueva protesta frente a la sede socialista.