Amnistía Internacional ha elevado a 37 el número de personas muertas en la frontera de Melilla el pasado 24 de junio. La organización ha elaborado un informe en el que denuncia la violencia sufrida por los migrantes, culpando a las fuerzas policiales marroquíes y españolas de aquella tragedia.
Según Aministía Internacional, tanto las autoridades marroquíes como españolas son culpables de torturas sobre muchos de estos subsaharianos, ya que los atacaron con material antidisturbios en un espacio muy reducido. También de muertes arbitrarias, por no prestar asistencia sanitaria, según exponen desde la organización: "No dieron asistencia sanitaria durante todo el día, y las trasladaron ald esierto en autobuses. 77 siguen desaparecidas".
En este sentido, también señala a Marruecos como culpable de desapariciones y de no rendir cuentas de lo sucedido y acusa a España de impulsar devoluciones que consideran ilegales. El director de AI en España, Esteban Beltrán, ha subrayado en la presentación del informe que el Gobierno de Pedro Sánchez "parece que ha tratado de encubrir los hechos": no ha iniciado una investigación de oficio, colabora "a regañadientes" con la Fiscalía, "ha exonerado" a las fuerzas de seguridad y ha mentido.
"Las autoridades españolas y marroquíes continúan negando cualquier responsabilidad en la masacre de Melilla. Hay una montaña creciente de pruebas de graves y múltiples violaciones de los derechos humanos, incluidas las muertes ilegítimas y los malos tratos a personas refugiadas y migrantes y, hasta el día de hoy, la falta de información sobre la identidad de las personas fallecidas y el destino de las personas desaparecidas", ha declarado la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard. "Esto huele a encubrimiento y racismo, y echa sal en heridas ya dolorosas. Es fundamental que ambos gobiernos garanticen la verdad y la justicia por lo ocurrido ese día para evitar que vuelva a ocurrir", ha añadido.
Basándose en testimonios de testigos presenciales, imágenes de vídeo y de satélite, el informe, titulado 'Lo golpearon en la cabeza para comprobar si estaba muerto. Pruebas de crímenes de derecho internacional cometidos por España y Marruecos en la frontera de Melilla', detalla lo que sucedió cuando 2.000 inmigrantes y refugiados intentaron cruzar a Melilla a través de un paso fronterizo conocido como 'Barrio Chino'.
El Gobierno ha respondido al informe subrayando su "absoluta transparencia" y su "presencia" en la investigación de los hechos. Rodríguez ha respondido así al ser preguntada por las conclusiones de un informe de Amnistía Internacional al ser preguntada por ello en la rueda de prensa del Consejo de Ministros. La ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, ha señalado que el Gobierno ha comparecido "en distintas ocasiones en sede parlamentaria" y confía en la actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y en su "actuación proporcionada que se produjo ante una tragedia dolorosa".
Todo después de que las imágenes del cuerpo de un joven en lo que presuntamente sería territorio español avivaran la polémica sobre la gestión de las autoridades españolas. Huwaida, sobrina del hombre fallecido, pide justicia por lo sucedido: "Me parece una injusticia y pido ayuda, para que nadie más sufra este tipo de dolor. O pierda a algún miembro de su familia", ha espetado la mujer.Otro de los migrantes que trataron de saltar, Zacaria Mohamed, ya explicó a laSexta cómo lo vio morir en territorio español.