Tenía que ser un pleno de investidura de lo más previsible, pero "ocurrió algo perturbador", en palabras de Iglesias. El líder de Podemos quiso recordar el momento del beso entre él y Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem; una imagen ya marcada para el recuerdo.

"Como también quedará para el recuerdo la mirada inquieta del señor De Guindos, que pareciera que nunca ha roto un plato, que parece que a partir de aquel beso la política española se está calentando", explicó Iglesias, ante la risa del titular de Economía en funciones.

El dirigente de Podemos terminó con un guiño al líder socialista. "Pedro, sólo quedamos tú y yo". Así, se vio un pleno con muestras de amor y con errores de discurso.  "Hoy, en Bilbado... digo Bilbao. Se supono que ya sé cómo decirlo", señaló el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.

Un tono distendido que cambió a bronco cuando Ciudadanos reclamó turno de alusiones. Su intención era quejarse de la intervención de ERC, pero Patxi López retiró el turno de palabra. Un hecho que enfadó al PP, y también decidió encararse al presidente de la cámara.

Pero la situación no acabó ahí, pues Joan Tardá entra en acción. Él y Gabriel Rufián exigen turno de alusiones para responder a Ciudadanos, pero López les niega el turno. Así se dieron más de diez minutos de descontrol en un pleno en el que, finalmente, lo previsible fue el resultado.