La dimisión de Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde de Madrid para ser ministro de Justicia abría todas las puertas del consistorio a Ana Botella. Cuando se cumple un año de su llegada, la sombra del caso Madrid Arena le acecha y muchos critican su capacidad de liderazgo.

El portavoz municipal del PSOE, Jaime Lissavetzky, ha calificado con "un suspenso" el primer año de mandato de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, puesto que su gestión, a su juicio, está marcada por "el paro, los recortes y más deuda".

En rueda de prensa para valorar el primer año de Botella al frente del Gobierno local, Lissavetzky ha dicho que prueba de esa mala gestión es que en la ciudad, según sus datos, se destruyen 120 empleos en la ciudad y más del 50% de los parados no reciben ninguna prestación.

"Madrid está peor ahora que hace un año", ha remarcado el portavoz socialista para enfatizar que la cifra total de parados en Madrid se sitúa en torno a los 255.000 personas, sin que las políticas del PP respondan a su situación con el fomento de "políticas activas" para fomentar la creación de empleo, sino que precisamente se acometen "más recortes" en estas partidas.

El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Ángel Pérez, ha calificado los primeros doce meses de Ana Botella al frente del consistorio como "un año para llorar", entre otras cosas porque se ha convertido "en una gestora de la insolvencia que se limita a obedecer la política que dictan otros".

Pérez ha calificado el primer año de Botella en la Alcaldía, que se cumple, como "nefasto para los ciudadanos y mucho menos para los bancos que siguen cobrando sus intereses y deudas a costa de la pérdida de calidad de vida de la mayoría social".

"Los vecinos y vecinas de Madrid tienen menos o peores servicios que hace un año, son más caros, sus barrios, principalmente los más desfavorecidos, están más deteriorados y desatendidos, padecen o conocen muy cerca el drama del paro y aquellos que más sufren la crisis económica cuentan con unas ayudas sociales menores o inexistentes", ha resumido Pérez la situación.

A su juicio, "el Ayuntamiento no ha tenido ni respuestas ni programa contra la crisis porque se ha convertido en un gestor de la insolvencia que obedece en su política a lo que le dictan otros".

"Que la alcaldesa ya presumiera de reducir deuda en su discurso de toma de posesión y que para el año que viene destine a pagar a las entidades financieras diez veces más por madrileño que lo que asigna a mejorar sus barrios, distritos y servicios es el balance más elocuente que se puede hacer de su gestión", ha afirmado Pérez.

Hace un año la 'popular' se convertía en la primera mujer en ocupar la Alcaldía madrileña tras la dimisión de Alberto Ruiz-Gallardón, que dio el salto al Ministerio de Justicia. 

La propia Botella confesaba la semana pasada que las cinco muertes en el Madrid Arena han sido "sin duda lo que marca este año de gestión" en el Ayuntamiento. 

También ha reconocido que cuando llegó a la Alcaldía era consciente de que 2012 iba a ser "el año más duro de la historia reciente desde el punto de vista económico", razón por la que se marcó desde el primer momento objetivos como que la ciudad "siguiera funcionando este año en algunas ocasiones mejor que el año pasado" y liderar un "esfuerzo para ajustar cuentas". 

Tampoco se ha olvidado de algunas medidas encaminadas a la liberalización de procesos que facilitan una apertura más rápido para todo aquel que quiera abrir un pequeño negocio en Madrid o la atención a los sectores de población más desfavorecidos.

Botella defiende igualmente la necesidad de seguir dando pasos para conseguir una Administración "más racional y pequeña, sin pensar en el rendimiento electoral de pasado mañana", todo ello necesario para ir reduciendo la deuda, "fundamental para el futuro de los que vienen detrás".