Ana Botella no quiere dar más cuerda a Esperanza Aguirre. Ella lanzó su órdago, pero a la todavía alcaldesa de Madrid no le parece un tema urgente: "Es el día de los servicios de emergencia y además es Nochebuena". Prefiere no hablar de su posible sustituta y todos los buenos deseos son para bomberos, médicos y policías.
Nadie en el partido se moja por Esperanza Aguirre. Ningún halago y un mensaje: a los candidatos los elegirá Rajoy cuando él quiera. A Esperanza Aguirre ya le dijeron desde Génova que candidatos hay muchos.
Aguirre no tiene el viento a favor. Tiene pendiente una causa por desobediencia tras aparcar su coche en el carril bus y, además, lleva meses metiendo en aprietos a Rajoy, tanto por la corrupción como por su política económica.
En 2015, el PP podría perder la mayoría absoluta en la capital después de 24 años. Rajoy debe decidir si, a pesar de todo y de todos, Aguirre le compensa.