La consigna en el Partido Popular es clara: la ausencia de Aznar en la convención de este fin de semana en Valladolid es sólo una “anécdota”, un problema de agenda. Cada uno de los dirigentes del PP a los que se ha preguntado por esas ausencias, la de Aznar y la de Mayor Oreja, repetían que lo importante no es quién no está sino quién irá.

Cospedal, además, añade que Mayor Oreja no va porque no quiere ser el foco de atención. En el juego de las siete diferencias entre esta convención del PP y todas las anteriores, una es su ausencia, la Del presidente de honor del PP. Nunca antes había faltado Aznar a una cumbre de su partido, así que ahora quienes no le tienen en sus oraciones y se empeña en quitarle importancia a la espantada.

Carlos Floriano asegura que  "no hay que dramatizar". La número dos del PP, sin tener claro cuándo,  dice sentirse orgullosa de haberse enterado de primera mano. “Yo conocí por boca de José María Aznar su imposibilidad de asistencia”, asegura María Dolores de Cospedal. Al final, ni Aznar ni otro igual de histórico, Mayor Oreja, que no irá ni a Valladolid ni a las elecciones europeas, donde al PP se le está abriendo otra enorme brecha.

La Presidenta del PP vasco ha respondido al sector crítico que culpa al PP de ser cómplice de la pesadilla que vive Euskadi. “Quizás sea porque se está más cómodo en ‘esto sigue igual’, pero no es verdad, no sigue igual”, defiende Quiroga.

Además, según varios medios, el guiño de Génova a las víctimas de ETA pasa por Mari Mar Blanco, a la que pretende incluir en las listas.  Pero el colectivo Covite está harto de su papel político y le ha dicho que o está con las víctimas o está con el PP.