Según El Mundo, la entidad le adjudicó la compra de un palacete por 300.000 euros cuando su valor superaba los dos millones de euros. Después, el cuñado de Rato lo revendió y obtuvo una plusvalía de 235.000 euros.
La Fiscalía Anticorrupción ve un delito de administración desleal en el modo en que Bankia adecuó el precio del palacete para satisfacer las necesidades del cuñado de Rodrigo Rato.