Con la mayor rapidez posible, el Fiscal Pedro Horrach apela el procesamiento de la infanta Cristina. Lo hace en un recurso en el tilda el método del magistrado como prejuicioso y poco fundamentado.

"Cuando el puerto de destino está determinado antes de iniciar la investigación, basado en meras conjeturas, contamina de tal forma la marcha exploratoria que la convierte en un itinerario inamovible, en el cual los parámetros de imparcialidad, objetivad y congruencia (...) quedan relegados".

Dice el Fiscal que Castro cambió radicalmente su criterio cuando Hacienda dio por buenas facturas falsas de la empresa de los duques. "El resultado de los informes de la AEAT no satisfizo las expectativas del Instructor, lo que condujo a iniciar otra línea de investigación, contradictoria con la inicial, a modo de encaje de bolillos".

Y en ese encaje de bolillos, según Horrach, Castro ha visto en la Infanta evasivas donde no las había. Horrach asegura que ha ido al juzgado para ver al juez sin éxito. Afirma que recurre en 24 horas porque los argumentos de Castro se veían venir.

Tenía preparada entonces la extensa lista de acusaciones profesionales contra el juez. Según él, contaminado por la influencia de los medios y sometido a interferencias mediáticas. Y contra los propios medios de comunicación poco interesados, dice Horrach, en la realidad y el ejercicio jurídico.