El candidato de ERC y presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, no ha conseguido este martes su objetivo de ser investido líder del Govern. Los posconvergentes se han abstenido en la segunda votación de su investidura y el presumible sucesor de Quim Torra -inhabilitado hace medio año- todavía no tomará posesión.
Aragonès ha recibido los 33 votos de su partido y los 9 de la CUP. En total, 42 votos a favor.
Con este rechazo del partido de Carles Puigdemont a permitir que Aragonès presida la Generalitat, se pone en marcha la cuenta atrás de dos meses para que se repitan de nuevo los comicios.
Esta opción no parece que la estén contemplando ninguno de los dos partidos llamados a entenderse, pero las divisiones y tensiones entre ambos partidos, a cuenta de más de cinco años de gobierno conjunto y del liderazgo del procès, hacen que se retrase todo.
Junts quiere un acuerdo que evite "problemas"
La pandemia es el menor de los problemas para los independentistas y desde Junts alegan que necesitan un acuerdo que garantice un Ejecutivo catalán funcional.
Lo explicó ayer la portavoz de JxCat y aspirante a liderar a los posconvergentes en el seno del Govern, Elsa Artadi: "Queremos un acuerdo muy concreto que después no provoque problemas. No quiere decir que no nos entendemos, no queremos encontrarnos problemas cada mes". En este mismo argumento han incidido en el debate de esta mañana.
Por su parte, el candidato Aragonès ha respondido a las pretensiones de JxCat de retrasar su investidura: "Lo que podemos hacer hoy no hace falta esperar ni dos meses, ni dos semanas ni dos días. A día de hoy no hay motivos de peso que justifiquen el retraso en la formación del nuevo Gobierno, que es más necesario que nunca".
El papel de Puigdemont, en las negociaciones
El nudo gordiano parece estar en dos asuntos: por una parte, los de Puigdemont retrasan la investidura de Aragonès para cobrarse que los republicanos impidieran la investidura telemática del fugado en Waterloo (Bélgica) en la pasada legislatura. Por otro, Junts pretende instaurar una suerte de bicefalia en el Gobierno catalán: que Aragonès gestione, pero que el 'procés' lo lidere el llamado Consejo de la República, liderado por el expresident en Bélgica.
De hecho, al respecto, Aragonès ha hecho un llamamiento a "multiplicar" la fuerza del independentismo, reconociendo todos los espacios "tanto dentro como en el exilio", pero con el liderazgo de las instituciones catalanas y no de organismos externos.
"Conseguirlo requiere flexibilidad, generosidad y responsabilidad, sin sustituciones, ni tutelas", ha advertido ante las pretensiones de Puigdemont de seguir influyendo en la política catalana.
Illa asegura que la investidura del republicano se basa "en cinco engaños"
El ganador de las elecciones del pasado 14F, el socialista Salvador Illa, ha asegurado en su intervención que ya se lo advirtió al candidato de ERC: su propuesta, a juicio del exministro de Sanidad, "nacía de la división y del fracaso del independentismo en la pasada legislatura".
"Se lo voy a confesar: ni sería capaz ni quiero superar lo que han dicho y escrito algunos de los que usted aspira a tener como socios. Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros", ha espetado Illa, que ha definido los dos últimos años como "perdidos" y de un Ejecutivo que solo gobernaba para unos pocos.
Además, Illa ha insistido en que la investidura de Aragonès y el liderazgo del independentismo se basa en "falsas promesas" y "en cinco engaños": no hay un 52% de los votos independentistas, ya que el PDeCAT se quedó fuera del Parlament; "instituciones ficticias" para representar a los catalanes; un proyecto de separación de España "sobre argumentos ficticios"; "planteamientos insolidarios" para justificar la secesión; y el quinto, la "gran mentira" del 'procés'.
"Hablan de una herencia de los últimos diez años, pero es un balance negativo de los últimos años. Una gran mentira que ha sido el 'procés', el resultado es un nuevo fracaso: el del viernes y otro el de hoy", ha asegurado el exministro.
"Estamos ante un tiempo nuevo", ha anunciado Illa, que ha pronosticado una etapa de "pasar página y abrir una nueva etapa de diálogo".
JxCat responsabiliza a ERC de la falta de acuerdo
La diputada de JxCat, Gemma Geis, ha sido la encargada de dar la réplica al presidenciable de ERC, ya que tanto Artadi como Albert Batet se encuentran en cuarentena por haber estado en contacto con un positivo. Los posconvergentes rechazan la existencia de "tutelas" o sustituciones, lo que ha deplorado en su intervención Aragonès.
Geis ha instado a que los republicanos y, en concreto, su candidato "encuentren" los acuerdos con Junts para conseguir su apoyo.
"Usted ya tiene nuestra confianza, pero necesitamos acuerdos para que su presidencia tenga un rumbo", ha asegurado la diputada.
"Queremos iniciar este viaje a la recuperación económica, del país, a la independencia de Cataluña y en la suma de las tres fuerzas independentistas. Y en eso, nos tendrá a su lado", ha asegurado la representante del partido de Puigdemont.
ERC: "Las digestiones pueden ser lentas, pero no infinitas"
El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, ha reprochado la falta de responsabilidad de Junts por su abstención. "Una abstención hoy es una abstención de la responsabilidad de las urnas", ha apuntado.
Además, ha insistido en que no hay razones para retrasar la decisión de apoyar a Aragonès y ha recordado todas las ocasiones que ERC ha apoyado a candidatos de la derecha catalana (Mas, Puigdemont o Torra), por lo que ha pedido que una vez "han cambiado las tornas", se produzca lo mismo.
"No valen excusas ni dilaciones. La digestión puede ser lenta, pero no infinita", ha subrayado. "El acuerdo ha de ser posible porque las urgencias sociales y económicas no esperan, no pueden esperar", ha detallado.
Carrizosa avisa al candidato que será "rehén" de los radicales
Por su parte, el presidente del grupo parlamentario de Cs, Carlos Carrizosa, ha sido muy duro en su intervención y ha advertido a Aragonès de que si es investido será "rehén de una escalada radical", y ha avisado de otro posible "golpe a la democracia".
"¿De qué sirve ser presidente si lo hace sometido a chantaje?", ha cuestionado el líder naranja en el Parlament.
En su intervención, ha defendido el "sentido común" y las "políticas sensatas" y ha recriminado que los "verdaderos oprimidos" son los hosteleros y comerciantes que no pueden trabajar por la pandemia, "no esos supuestos represaliados que dice la señora Borràs, en los que supongo que se incluye ella por trocear contratos".
Los comunes lamentan que se impongan las "lógicas de partido"
Por su parte, la líder de En Comú Podem, Jessica Albiach, ha lamentado que se hayan impuesto las "lógicas de partido" a las necesidades de "la gente". Así lo ha dicho, a la vista de que JxCat y ERC se hayan centrado en las luchas de poder y no en la crisis social, económica y sanitaria.
Además, Albiach ha reprochado a Aragonès que no ha hecho un discurso de investidura, sino que se ha tratado de "una nueva reunión de negociación en público". Ha asegurado sentirse "avergonzada" y ha trasladado el "hartazgo" de la población al ver el debate alejado de las prioridades de la población.
"La gente nos mira con estupefacción, con desgana y decepción y preguntándose por qué nos votan y nos pagan", ha criticado. Además, le ha dicho a Aragonès que sabe perfectamente que el Govern con JxCat no aportará "nada", ya que sabe que "fracasará".