El president de la Generalitat, Artur Mas, afirma que es "altamente decepcionante" y da "pena" que el Estado responda al 9N con el anuncio de una querella de la Fiscalía que ha aseverado que no le desviará de su plan soberanista, que "tirará adelante" de forma "pacífica" pero "firme".

"No es lo que queremos, queremos un país diferente de éste", ha afirmado Mas para denunciar la decisión de la Fiscalía de presentar una querella contra él, la vicepresidenta catalana, Joana Ortega, y la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, por organizar el 9N, una acción tras la cual el Govern ve "presiones políticas".

El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha precisado que la querella todavía no ha sido presentada ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, aunque no ha desvelado cuándo se hará.

Torres-Dulce subraya que es una "exageración" afirmar que en Cataluña hay fiscales rebeldes o amotinados, y aunque ha admitido "discrepancias" fruto del "debate jurídico", ha señalado que quedaron solventadas con el informe de la cúpula fiscal.

Sin embargo, el anuncio de la querella ha mermado los puentes del diálogo entre los gobiernos español y catalán a poco más de una semana de la visita a Cataluña de Mariano Rajoy, el sábado 29, para participar en un acto del PPC.