Cuando Juan Carlos I juró su cargo acababan de ser fusilados tres miembros del 'Frente Revolucionario Antifascista y Patriota' y dos miembros de ETA. Fueron los últimos. Pero en noviembre de 1975 todavía existía la pena de muerte en España, sin embargo, no era la única barbaridad del franquismo que todavía estaba vigente.
Ser homosexual era un delito, regulado por la Ley de Peligrosidad Social. Hasta mediados de los ochenta más de 5000 gais fueron fichados por la policía y encarcelados. Todavía hoy, sus fichas policiales siguen sin haberse destruído.
El aborto estaba prohibido y el divorcio, no existía. Como cualquier derecho de la mujer, que en 1975 necesitaba permiso de su marido para trabajar, abrir una cuenta bancaria o sacarse el pasaporte.
Para las solteras en 1975 todavía existía el Servicio Social de la Sección Femenina. Lo que equivalía a la mili de los hombre, pero para aprender a cuidar de sus hijos, a cocinar o a coser y que incluía prácticas en hospitales y comedores. Será por eso que la edad media para casarse era de 25 años. Hoy es de 32 años.
Aquel año, el salario medio de un español era de 22.000 pesetas, lo que hoy serían 132 euros. Y no se cobraba en nómina, se cobraba en un sobre cerrado con todos los billetes dentro.
Aquel también fue el año en que se hizo obligatorio el uso del cinturón en carretera. Y aunque ahora suena a nada, viajar costaba una fortuna: el litro de gasolina superó las 20 pesetas, 14 céntimos de euro.
Fue noticia en los periódicos, entre decenas de anuncios de viviendas con facilidades para pagar las letras, porque aún no se hablaba de hipotecas.