Alemania, Francia, Italia o Suiza son algunos de los países que ya cuentan con aplicaciones de rastreo para el coronavirus. España lleva desde finales de julio preparando la suya y, como el Gobierno tenía planeado, este lunes 10 de agosto ya está disponible en todo el país. La isla de la Gomera, en Canarias, la instaló antes que nadie en un proyecto piloto que ha contado con la participación voluntaria de unas 2.000 personas. Según publica en su web el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, "la aplicación ha superado su fase de pruebas, cumpliendo todos los objetivos marcados".
El lanzamiento de esta APP llega tras diversas polémicas con respecto a la figura del rastreador, de quien también se ha hablado sobre la posible escasez y falta de coordinación en su trabajo. No obstante, el Gobierno presenta esta aplicación como una de las grandes soluciones a la desunificación de los datos. Y, según explicaba Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, en una rueda de prensa el pasado 3 de agosto, ha sido "un éxito de adopción, compromiso, retención y funcionamiento".
Anónima, sin datos personales y con identificadores temporales
La aplicación permite a los usuarios recibir información actualizada sobre el estado de salud de las personas con las que han tratado. Todo funciona de manera anónima, de tal forma que, si hubiera un contagio, el usuario solo sabría que ha estado cerca de un positivo en los últimos días.
El pasado 5 de agosto, Carmen Artigas explicaba en el programa 'Al Rojo Vivo' el funcionamiento de esta APP, que, según la secretaria de Estado, todavía está siendo valorado por el Ministerio de Sanidad para que "el circuito de todos los requerimientos necesarios sea integrado por las Comunidades Autónomas en sus sistemas de Salud".
De este modo, la APP funciona, en buena parte, gracias a la conexión 'Bluetooth'. Esto se entiende mejor con un ejemplo: si una persona 'A' trata con otra persona 'B' por primera vez (y no se conocen de nada), al estar cerca, ambos teléfonos se pondrán en funcionamiento y harán un intercambio de datos. De este modo, si la persona 'A' ha dado positivo en coronavirus, la persona 'B' recibirá una notificación en el móvil de que ha estado cerca de un positivo. No obstante, Artigas insiste: "Esta aplicación no pide absolutamente ningún dato personal", así que la persona 'B' nunca sabrá que fue contagiada por la persona 'A'.
La aplicación es capaz de recopilar estos datos porque los usuarios así lo han querido. Si la persona 'B' se ha enterado de que la persona 'A' se ha contagiado es porque ésta, de manera totalmente voluntaria, ha decidido subir los resultados de su prueba. De este modo, unos días después, cuando se haya actualizado la información, la persona 'B' recibirá una notificación en la que pondrá: "Notificación de exposición a la Covid-19".
Cada persona tiene asignado un "identificador". Una especie de matrícula con la que se puede saber quién ha contagiado a quién. Sin embargo, este identificador cambia cada cuarto de hora, como garantía de que no se puede averiguar la identidad del usuario. La conexión que establece la APP para rastrear los contagios se basa en dos factores: el tiempo que están las dos personas juntas (se hace el traspaso de datos pasados los 15 minutos) y la distancia que mantienen entre ellas (siempre y cuando estén a dos metros o menos). Junto con eso, como explica la secretaria de Estado, el móvil rastrea los contactos del teléfono "desde el minuto uno", de tal forma que, "automáticamente, los usuarios reciben una alerta".
Cuando alguno de los usuarios haya dado positivo, las autoridades sanitarias preguntarán a esta persona si está de acuerdo con subir el resultado de su test a la aplicación. Los datos, al contrario de lo que ocurre con otras aplicaciones, no son recíprocos: el Estado nutre la APP con información externa (por ejemplo, los resultados de una prueba), pero no recibe ningún dato a cambio, puesto que todos se quedan en el propio teléfono móvil. No obstante, sí están subidos a la nube los identificadores (las matrículas de las que hablábamos), pero como hemos explicado antes, cambian cada poco tiempo.
Cómo descargar la APP Radar COVID
Como todas las aplicaciones del Gobierno, Radar Covid es gratuita y se puede encontrar fácilmente en Google Play y Apple Store —en el caso de los iPhone, hay que tener instalada la versión 13.5 o posterior—. Una vez haya sido descargada, hay que seleccionar el idioma que se desee y aceptar los datos. Hecho esto, verás que te aparece una pestaña con todo lo que debes hacer para que funcione correctamente. Estos pasos implican mantener el Bluetooth conectado en todo momento (si no, no funcionará), introducir tus datos de forma anónima (solo si has dado positivo) y estar atento o atenta a las notificaciones que te puedan llegar.
Finalmente, verás el menú principal de la aplicación. Puesto que el único objetivo es dar y recibir información acerca de los contagios, tiene una interfaz muy simple. Lo primero que verás es el estado de tu exposición (si no has estado con nadie contagiado, verás que es baja), y aparte tienes la opción de confirmar un positivo, como hemos explicado antes.
Junto con eso, recuerda no desconectar el 'Bluetooth', aunque la propia aplicación te mandará un mensaje: "Por favor, activa el 'Bluetooth'. Es imprescindible para que el Radar COVID funcione correctamente". Es fundamental, porque si no, la aplicación no te podrá informar.