Una emboscada de varios hombres armados acabó con las vidas de David Beriain y Roberto Fraile en Burkina Faso cuando hacían su trabajo. Un oficio, el de periodista en zonas de conflicto, del que Beriain había hablado en muchas ocasiones.
"Este trabajo es un aprendizaje continuo sobre la naturaleza humana" defendía Beriain. Un ejemplo del espíritu de su trabajo, siempre en busca de la verdad. "El periodismo está inventado, hay que hacerlo bien", decía.
Beriain era consciente del riesgo al que se enfrentaban por el mero hecho de hacer su trabajo en zonas de conflicto, aunque intentaba restarle importancia. "No somos víctimas, elegimos tener esta vida", explicaba.
Consciente de que un día sus familias podían recibir la fatídica noticia, Beriain se mostraba agradecido con el amor que le han dado: “He tenido la suerte en la vida de que las personas que me han querido, me han querido de la manera más hermosa y radical posible, que es libre. Aunque eso significara que un día sonase el teléfono y les dijeran que David no va a volver. Y hay que entender que eso es una realidad, no es una forma de hablar”.