En las imágenes distribuidas por el Ministerio del Interior francés se puede ver al equipo de rescate en marcha, marca con cuatro dedos los miembros que suben al helicóptero, rumbo a la zona cero, al lugar donde el avión se estrelló.
Desde abajo les señalan el lugar para el descenso. Toca bajar con una cuerda y un arnés de seguridad. Es la única vía de acceso. Una vez en suelo firme a continuar con las labores. Mover tierra para buscar. Marcan con banderines y números los restos. Entre las pioridades está localizar la segunda caja negra.
Asegura la Policía que trabaja sobre el terreno que el rescate ha entrado en una fase decisiva. Que van a trabajar toda la jornada para recuperar la mayor cantidad de cuerpos posibles. De ahí son trasladados al centro de campaña para su identificación. Para ello las autoridades francesas tomaron muestras de ADN a los familiares de las víctimas que ayer se trasladaron hasta la falda alpina. Y no comenzará la repatriación hasta que se hayan recuperado la totalidad de los restos y se haya procedido a las identificaciones.
Dicen los primeros vecinos que llegaron al lugar que es un terreno peligroso, arenoso y se deshace. Añadidos que hacen de las tareas de rescate un trabajo minucioso.