La propuesta de su nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado ha suscitado opiniones discrepantes entre las principales asociaciones de fiscales. La presidenta de la Asociación de Fiscales, Cristina Dexeus, ha manifestado que está "sorprendida y disgustada pues parece que el presidente del Gobierno quiere llevar a cabo eso que dijo de que la Fiscalía depende del Gobierno".
Dexeus ha añadido que el nombramiento como fiscal general de Dolores Delgado, "que ha sido parte del Gobierno y ha ido en un destacado puesto en la lista electoral de un partido político, es una declaración de intenciones por parte del poder político para meter las zarpas" en la Fiscalía.
Varias asociaciones de fiscales han mostrado su sorpresa por el nombramiento y lo consideran "lesivo".
La Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV) -la segunda más representativa entre los jueces y magistrados españoles- ha calificado hoy de "insólito y lesivo" el nombramiento de Dolores Delgado no por sus méritos profesionales, sino "por su procedencia, ya que acaba cesar como ministra de Justicia", algo que para esta asociación representa "un mal comienzo del nuevo Gobierno en esta materia".
El portavoz nacional de AJFV, Jorge Fernández Vaquero, explica que esta decisión "es insólita para uno de los principios constitucionales del Ministerio Fiscal, como es su imparcialidad", ya que pasar "sin solución de continuidad" de la cartera de Justicia a la Fiscalía General del Estado "destruye toda apariencia de imparcialidad" en las decisiones futuras de este órgano e incluso "de forma indirecta merma la credibilidad de la gran labor profesional y esforzada que realizan a diario los miembros del Ministerio Fiscal en tantos tribunales y juzgados".
Por su parte, la presidenta de la Unión Progresista de Fiscales, Teresa Peramato, ha dicho: "Confío y deseo que haga un buen papel y que luchará por derechos pendientes que son una reivindicación histórica".
Hay un precedente
Aunque su nombramiento es insólito, por ser la primera vez que el Gobierno designa a un exministro de Justicia para dirigir la Fiscalía General del Estado, no es el primer integrante del un ejecutivo que llega después a ostentar este cargo. Javier Moscoso, que fue ministro de la Presidencia en el primer gobierno socialista de Felipe González, fue nombrado fiscal general del Estado en 1986, cuatro años después de entrar en el Ejecutivo, con lo que Delgado se convierte en la segunda en recorrer ese camino.