Tensión a las puertas de la casa de Jordi Pujol. Al grito de “¡delincuente!”, Pujol ha señalado que “Si me dejan, sí que haré unas declaraciones”.

Asegura que sí va a hablar, pero que lo hará cuando el Parlament le convoque. "Yo iría, lo que pasa es el que el Parlamento se tiene que poner de acuerdo con la fecha".

Continúan los insultos contra el expresident de la Generalitat. “¡Chorizo!”, le espetan algunos de sus vecinos, mientras le reclaman que “devuelva el dinero”.

A Pujol le han gritado cuando iba solo y acompañado de su mujer. Su hijo Oriol tampoco se ha librado del escrache. A ellos también les acusan de ‘ladrones’ y ‘sinvergüenzas’, con más abucheos.

La presión mediática y ciudadana ha provocado también el enfado de Marta Ferrusola. Este miércoles, la mujer del expresident mandaba “a la mierda” a un periodista cuando se disponía a coger un taxi.

Este viernes, además, se ha dado a conocer que ella y cuatro de sus hijos guardan más de un millón y medio de euros en cinco cuentas del Banco de Madrid. Lo hacen para afrontar las posibles multas que Hacienda les pueda poner en el futuro.