El PSOE ha pasado de estar en un after, a estar en un spa. Con esa frase define algún dirigente socialista cómo está el partido después de la era Sánchez. A falta de secretario general, el socialista más buscado ha sido Javier Fernández. El saludo con Rajoy no ha sido su único contacto, también se han visto en el Palacio Real.
El presidente de la gestora socialista ha sido de los primeros en marcharse, después de compartir rincón con la balear Francina Armengol, ella sigue en el 'no' y dice que por ese ‘no’ va a luchar hasta el final. También Patxi López han sido muy contundentes. "El Comité Federal aún no ha fijado posición, aún estamos en el 'no' a Rajoy", señala Miquel Iceta.
El otro socialista con el que todo el mundo quería hablar es Antonio Hernando, portavoz parlamentario de la anterior etapa y de ésta. Una posición complicada que piensa explicar bien, primero a su partido.
Hernando es el último representante de un tiempo que otros como García Page dan por cerrado. Sin Pedro no hay 'pedrismo', ha llegado a decir el presidente castellano manchego. También se suma a esa idea de que las cosas han cambiado en el PSOE, el extremeño Guillermo Fernández Vara. Dice que se percibe ahora mayor cercanía con el gobierno en funciones. Tanta, que desde fuera, algunos creen que los socialistas están entregados. "El PSOE se ha echado en brazos del PP", acusa Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos.
La situación en el PSOE ha centrado gran parte de las conversaciones de la recepción en el Palacio Real. Susana Díaz ha asegurado que ella está para arrimar el hombro y llama a la serenidad porque, dice, los socialistas llegarán a un acuerdo.