El magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz relata en el auto de prisión de los dirigentes de Ausbanc y Manos Limpias, Luis Pineda y Miguel Bernad, los flujos de dinero que la asociación de protección del consumidor hacía a su entramado societario.
Además de estas citadas transferencias desde Ausbanc a sus sociedades, el juez indica que también se han detectado en esos cinco años traspasos de fondos "en cuantías considerables" que las sociedades percibieron "de forma directa de las entidades bancarias" que extorsionaban a cambio de publicidad positiva y de retirar acusaciones judiciales.
Los movimientos de dinero entre las empresas, once en total, y Ausbanc eran para "dotar una aparente actividad comercial entre las sociedades del grupo" y justificar facturas por servicios no realizados. Además, el magistrado cree que se hicieron préstamos entre unas y otras para adquirir bienes inmuebles.
Algunos de ellos se alquilaban luego a Ausbanc como locales, otros -como dos en Villamayor de Campos (Zamora) y Estepona (Málaga)- los usaba el propio Pineda y su mujer para su disfrute e incluso figura uno ubicado en Estados Unidos.
Pineda usaba el capital de Ausbanc y las sociedades "en beneficio propio", tal y como se desprende de varias llamadas pinchadas, como algunas en las que se mencionan obras en una vivienda de Villamayor de Campos.
De hecho, en una conversación Pineda llegó a decir que había cesado al tesorero de Ausbanc, Alfonso Gil Solé -también imputado-, porque como él "se llevaba dinero de la sociedad", creía que "Alfonso hacía lo mismo que él".