Cuatro días después, la ayuda sigue sin llegar. Se sabía que el tifón Yolanda iba a llegar con una fuerza 5, pero nadie hizo nada por movilizar agua o víveres. El mundo, una vez más, ha respondido tarde por falta de interés, y Filipinas teme que su desgracia caigo en el olvido mientras los muertos se apilan y millones de personas siguen sin agua ni comida.