En un comunicado, el
consistorio vallesano señala que la decisión se ha tomado después de que la
Delegación del Gobierno en Cataluña haya requerido un informe que demuestre el
cumplimiento de la legalidad en relación con las banderas. "No va de
banderas, va de dignidad, de democracia, de apoyar un gobierno legítimo en el
Parlamento", señala el alcalde, Maties Serracant, en el mismo comunicado,
con el que espera cerrar este asunto.
En este sentido, se
reafirma en que su compromiso "es dar siempre la voz a la gente, tal como
se hizo el 1 de octubre, y actuar consecuentemente de acuerdo con la voluntad
popular".
La oposición en el
consistorio -PSC, Ciudadanos y PP- exigieron el retorno de las banderas a los
mástiles oficiales, pero también dos socios del gobierno municipal -Unitat pel
Canvi y Guanyem Sabadell- se sumaron a las peticiones para restituirlas.