Que si el calor, que si el éxodo vacacional... mucho se habló de cómo el verano iba a influir en el resultado de las elecciones. Desde el PP no faltó quien sugirió que la participación peligraba. Pero al final no ha sido tan baja: un 70,40% . De las 16 generales celebradas en nuestra reciente democracia, en siete (incluyendo la repetición de las de 2019) la participación ha sido menor
El voto por correo también ha dado de sí. Se sugirió que no se llegaría a tiempo, que la gente se quedaría sin votar... Y, de nuevo, error. Los votos no se quedaron sin repartir. Es más, en ese sentido en estas elecciones se han batido dos récord. Nunca se había votado tanto por correo en España. Y además, de los 2,47 millones de españoles que lo pidieron, solo un 5,6 % no lo depositaron, la cifra más baja registrada.
Pero si de algo hemos hablado mucho en las últimas semanas es de encuestas. Feijoó pedía a los suyos que le votaran si querían que Tezanos dejara de "inventar" sondeos. El mismo Tezanos al que Ayuso acusó de cocinar los datos con dinero público. Con la mano en el corazón, no podemos decir que acertó, si bien 32,2% de los votos que le vaticinaba al PSOE es la estimación que más cerca se ha quedado del porcentaje justo: ese 31,7 % que han tenido los de Sánchez.
Falló por medio punto... frente a los 5,7 puntos por los que erró GAD3. Lo que sin duda veía claro la derecha era el fin de Pedro Sánchez, o "Perro Sanxe". Pero también a eso se le ha dado la vuelta gracias a la inexacta ciencia de la memelogía. Un insulto que el PSOE finalmente ha sabido jugar a favor.
En resumen, todo fue normal. No llegó el apocalipsis por tener elecciones generales en julio. La gente votó, Correos funcionó, Tezanos se equivocó en la receta pero acertó con la sal y el Perro... sigue muy vivo