El exmagistrado de la Audiencia Nacional comentó en un foro que el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos "ya está en la mente de todos" como "un antes y un después" en la lucha por y desde las libertades, y mencionó varios casos internacionales en los que un derecho ha prevalecido sobre el otro.

Garzón explicó que con los diferentes planteamientos de las administraciones estadounidenses de George Bush y de Barack Obama la situación debería haber cambiado, pero "esa balanza sigue inclinándose hacia la seguridad, y a veces sin que nos demos cuenta" y sin protestas, de forma que parece que se empieza a aceptar.

El jurista, que participa en Ciudad de México en el Universal Thinking Forum, que reúne a 21 "mentes brillantes" de distintas profesiones, criticó la ausencia de garantías a algunos derechos, y cómo la libertad se ha visto reducida. Entre los ejemplos, citó la existencia de la cárcel de Guantánamo, donde aún se encuentran personas que no han sido juzgadas y contra las que no hay pruebas; las "vigilancia masiva" sobre instituciones, organismos estatales y personas privadas, y los drones o aviones no tripulados para vigilar México desde 2005.

"No nos damos cuenta y, si nos damos, lo aceptamos en aras de la seguridad", declaró Garzón en su intervención, y citó un estudio según el cual a más del 60% no le importaría perder cierta libertad por una seguridad garantizada, lo cual, afirmó, es "comprensible" pero "preocupante".

El actual asesor de la Corte Penal Internacional recordó que los papeles de Wikileaks, organización liderada por su cliente Julian Assange, mencionaron una presión de la embajada de EEUU en España para "torcer el brazo" a un abogado español y lograr que archivara el caso de unos españoles en Guantánamo extraditados.

El derecho a la libertad "puede ser agredido desde dentro y desde fuera", resumió sobre todos estos ejemplos el exjuez, quien recordó que la Justicia debe garantizar el respeto a los derechos y la legalidad de las acciones, pues si no, se produce una "ruptura" y "se retroceden años y décadas en la conquista de derechos humanos".

Garzón dijo también que no apoya la represión en manifestaciones a propósito de las marchas realizadas por los maestros en México en contra de la reforma educativa. "No hay forma de contrarrestar una protesta en la calle que tiene por base el desarrollo de una política inadecuada o inaceptable en diferentes ámbitos", dijo tras mencionar también las realizadas en España alrededor del Congreso de los Diputados.

"El tema está en dónde y cómo encontrar el equilibrio" entre el derecho de ambulación de los ciudadanos y el de manifestación de los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, si bien el equilibrio al final "está en la propia sociedad, que llega un momento en que puede rechazar ese planteamiento", pero mientras apostó por los acuerdos y el diálogo. "El mayor riesgo de la libertad es creer que se tiene ganada", concluyó sobre su intervención en el foro sobre un cambio en el mundo.