El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco tiene previsto interrogarle el próximo día 30 tras admitir la querella presentada contra el mando policial por su hija, y para esa fecha se espera que Figón ya haya sido trasladado a España.

En una nota, el despacho de Garzón señala que se ha personado recientemente en las Diligencias Previas que se siguen ante el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional "a fin de contribuir al esclarecimiento de unos hechos de los que considera inocente" a su cliente y "garantizar la protección que, como Consejero de Interior de la Embajada de España en Brasil, debe tener en el Estado al que se le destinó".

Según esta defensa, y de conformidad con el artículo 31 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 18 de abril de 1961, "el agente diplomático tiene inmunidad penal en el Estado receptor, sin excepción alguna, lo cual no exime de la jurisdicción del Estado acreditante."

Para Garzón la inmunidad en absoluto equivale a impunidad. Aclara que "no se trata de un privilegio atribuido al representante español en el extranjero, sino una salvaguarda de los intereses nacionales". Ante la citación del juez Velasco para declarar el próximo 30 de junio, y según el despacho de Garzón, el comisario "se muestra dispuesto a colaborar con la justicia española, lo mismo que lo está haciendo con la brasileña", por lo que, siempre que las autoridades competentes le autorizan a viajar a España, "comparecerá en la fecha señalada y, en todo caso, su defensa en España, como la designada en Brasil, contribuirá, desde su posición procesal, a una rápida, eficaz e imparcial investigación de los hechos".

En su auto de admisión de la causa, el juez Velasco señaló que, independientemente de que la Justicia brasileña esté investigando los hechos, la Audiencia Nacional es también competente para su persecución, al tratarse de un delito cometido por un español en el extranjero que también está penado en Brasil y haber interpuesto una querella "el agraviado", en este caso, la hija del matrimonio, María del Carmen Figón Lopes.

El comisario se entregó el 12 de mayo a las autoridades locales del Estado de Espíritu Santo tras haber matado presuntamente a su mujer. En ese momento llevaba dos años y ocho meses destinado en Brasilia como consejero de Interior en la Embajada española.

La versión que el comisario ofreció a la Policía brasileña, según difundieron varios medios de comunicación del país, es que la fallecida, que sufría depresión por la pérdida de un hijo, se le acercó con un cuchillo durante una discusión antes de que él la matara con esa misma arma.