Barcelona Energia suministrará electricidad a través de la empresa pública Tractament i Selecció de Residus SA (TERSA), tras más de un año desde que fue aprobada su creación en el pleno municipal de Barcelona, el 31 de marzo de 2017, con el apoyo de todos los grupos municipales excepto el PP, que se abstuvo.

La entrada en funcionamiento de esta comercializadora pública entra dentro de la hoja de ruta planteada por el consistorio barcelonés en 2016 para liderar la transición de la ciudad hacia la "soberanía energética".

Con esta medida, el Govern de Ada Colau pretende adoptar un papel activo en el mercado energético municipal, a través de un instrumento que servirá para promover y estimular la generación de energía local y renovable, principalmente solar, a nivel de equipamientos de la ciudad y también de los barceloneses.

Con un modelo similar al que han adoptado otras ciudades españolas, como Cádiz o Pamplona, Barcelona Energia ofrece energía verde y de proximidad y fomenta el consumo eléctrico adaptado a las necesidades, por ejemplo, ajustando la tarifa en función de cada unidad familiar, según su consumo y el número de miembros.

Un estudio analiza la efectividad de las políticas de apoyo a las energías renovables de cara a conseguir los objetivos de la Unión Europea

Aunque las administraciones locales no tienen grandes competencias en regulación de la energía, sí que pueden influir en su acceso, así como la generación en el ámbito local y el ahorro, que es precisamente donde el gobierno municipal actuará.

La comercialización de electricidad significa llevar a cabo la compra y el suministro de energía, pero también, en el caso de Barcelona Energia, velar por que sea sostenible, promover su proximidad, actuar con transparencia y relacionarla con el consumo de la ciudad, con sus ciudadanos como foco.

La empresa impulsada por el consistorio barcelonés dará servicio progresivamente a 3.908 puntos del Ayuntamiento y a 19 organismos y entidades que pertenecen al grupo de empresas municipales.

Ya han entrado en funcionamiento los puntos de alta tensión y los edificios con instalaciones de generación eléctrica y placas solares, mientras que el resto de puntos se irán poniendo en marcha a lo largo del mes de julio.

Placas solares

El suministro a través de TERSA, a quien el Ayuntamiento ha encargado la gestión, funcionará hasta el 30 de junio de 2019, durante un año, aunque se podrá prorrogar durante otros 12 meses. En total, el encargo asciende a 29.300.840 euros, de los cuales 28.589.440 corresponden al suministro eléctrico actual, mientras que los 711.399 restantes se destinaran a posibles modificaciones como la subida del mercado, nuevas altas o aumento de la potencia.

El Ayuntamiento calcula que Barcelona Energia permitirá ahorrar unos 710.000 euros al año al consistorio, y prevé que las tarifas abiertas dentro del servicio mejoren tras pasar un año. En enero de 2019, la empresa será accesible para todos los ciudadanos del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que ha comenzado ya los trámites para activar el suministro en equipamientos municipales del territorio.