Ciegsa era la vaca que todos querían ordeñar, y cada uno peleaba por ella a su manera. En las grabaciones, se puede escuchar a Máximo Caturla diciendo: "No, es que vamos a ver, o aquí el Presidente marca el criterio que tiene que funcionar para todos o aquí va a haber una guerra de laterales".
Esta conversación entre Benavent y Máximo Caturla, máximo responsable de la empresa que adjudicaba los colegios, revela la guerra interna en el PP valenciano por el control de las comisiones que el propio autodenominado 'yonqui del dinero' confirmó en su declaración ante la Guardia Civil, como también había apuntado expresamente el nombre de Francisco Camps.
En la pelea, de un lado estaban Benavent y Rus, expresidente de la Diputación de Valencia; del otro Víctor Campos, Gerardo Camps y otros cargos cercanos a Francisco Camps; y en medio, Máximo cartula.
"¿Qué hago yo? a ver, ¿Qué cojones hago yo? ¿A quién le hago caso Conseller?", preguntaba Cartula a Benavent, que pregunataba si podían "funcionar, independientemente o autónomamente".
Los investigadores sospechan que Francisco Camps era quien controlaba la labor recaudatoria de Gerardo Camps. Un conflicto de intereses con un sencillo y oscuro objetivo: que las mordidas acabasen en su bando, y no en el otro.