Horas antes de la detención del secretario general de Manos Limpias, Virginia López Negrete, la abogada que representa al pseudosindicato en el Caso Nóos, llama a Miquel Bernad para avisarle de que el tema de la Audiencia Nacional se pueden complicar con él, que su posible imputación o arresto puede acabar dejando en nada todo el proceso y le apremia a no quedarse con los brazos cruzados.
"Tú haz todo mañana sin falta Miguel, deja todo bien atado y dejas un sustituto o un vicepresidente (…) que si te pasa algo es tu sucesor. Y esa persona que sea una persona de confianza tuya que te asegures que me va a mantener a mí para llegar hasta el final de éste procedimiento judicial" dice Negrete.
Ese mismo día por la mañana, Bernad en otra conversación no duda en calificar al juez Santiago Pedraz de amoral, mierda e hijo puta. Calificativos que extiende a la propia vicepresidenta por entender que es ella quien quiere destruir su organización: "Aquí la hija de puta de la vicepresidenta Soraya, porque eso me lo dijeron unos agentes del SEPBLAC, la que dio orden de que había que cargarse al sindicato Manos Limpias".
Consuelo Sánchez Vicente le responde "sí" y Luis Pineda responde que está "en los dos en una situación singular y me gustaría poder contárselo". Dos semanas después Luis Pineda, también era detenido por presuntos delitos de extorsión.