María Rosa abre la nevera y dice no tengo nada. Nada en la nevera para alimentar a su hijo. "Tengo esto de la niña que lo guardo para no tirarlo y le voy dando de este potito. Y cuando ni la ayuda de la Asociación de Parados de su barrio le llega, le alimenta a base de solidaridad. Tiene que irse a casa de los amigos".
Daniel tiene 3 hijos y ningún ingreso. "No tengo dinero, con 100 euros para 4 y mi hijo no puede comer caliente", explica. Sus niños comen caliente solo una vez al día, gracias a la comida que hacen en el comedor escolar. "Si no fuera por la ayuda que tengo no puedo alimentarles. Tendrían que comer 1 vez al día y mis hijos no están alimentados".
Es a ellos a quienes las palabras de Ignacio González más les duele. En Madrid, dice, la malnutrición infantil no es un problema. "Eso es falso. Es que el principal riesgo que tienen los niños de la Comunidad de Madrid de desnutrición es la obesidad, señoría".
Y por lo tanto no cree necesario dejar abiertos los comedores escolares esta Navidad. Hasta Ana Botella ha puesto en entredicho su rotunda afirmación.
Los nutricionistas dicen que la causa de la obesidad no es comer mucho, sino mal. Y la comida poco nutritiva es más barata y llena más que la nutritiva. Solo calculen cuántos platos de macarrones o arroz con tomate, aunque sea con huevo salen por el precio de medio kilo de pescado, o de filetes. "El hecho de que los niños no coman bien, los niños engordan, si siempre comen de lo más barato", explica Daniel.
Ignacio González no tiene más que añadir. Nos pone también a nosotros a dieta. De declaraciones.