El jueves 17 de agosto arranca la XV legislatura, con la votación en la que se elegirá a la presidenta del Congreso. Las dos principales candidatas son mujeres: Francina Armengol, por el PSOE; Cuca Gamarra, por el PP. La importancia de la presidencia del Congreso no es baladí: es la tercera autoridad nacional, detrás del jefe de Estado y del presidente del Gobierno. Y que este cargo lo ostente una mujer tampoco lo es. La presencia de mujeres en el Congreso de los Diputados no ha sido siempre como la actual: hasta 1989, el porcentaje de mujeres en el hemiciclo no alcanzaba el 10% y aunque ha ido aumentando, entre los años 2000 y 2004 sólo tres de cada diez diputados era una mujer.

No obstante, en los últimos años se ha ido feminizando este espacio, tradicionalmente masculino. En la XV legislatura, que arranca este 17 de agosto, el 43% de los integrantes de la cámara baja son mujeres. De 2015 a 2016 fue la primera vez que se rozó el 40% de representación femenina en el Congreso, pero los datos de esta nueva legislatura no son los mejores: en 2019, las mujeres lograron su mayor representación de la historia, cuando 140 mujeres se convirtieron en diputadas de las diferentes formaciones. Podemos era la que mayor porcentaje tenía (48%), seguido del PSOE (46%) y, en tercer lugar, el PP (36,5%).

Aquel año, España se convirtió en el sexto país del mundo con más mujeres diputadas, ocupando algo más del 47% de los escaños. En 2023, no obstante, este porcentaje ha caído casi cuatro puntos, hasta el 43,7% actual.