Carlos Fabra conseguía dar el golpe que llevaba tiempo preparando: organizar en su propio campo de golf en 2008 un torneo deportivo de primer nivel como ya disfrutan Valencia o Alicante.
En ese sueño tuvo como generoso aliado a la Generalitat de Francisco Camps. Entre los dos, según la Cadena Ser, desembolsaron a dedo diez millones de euros para ese torneo de tres años.
Manuel Mata, portavoz del PSPV-PSOE, asegura que son "diez millones que se han ido por el sumidero del gasto y de las tramas corruptas".
Concretamente, a la trama corrupta de la Púnica, pues los millones terminaron sin concurso en la empresa Match Golf Consulting, dirigida por un testaferro de Francisco Granados.
El toque de atención de la intervención no impidió que las dos instituciones otorgaran un millón más a la Púnica desde 2009, a pesar de que el torneo no necesitaba más ayudas porque daba beneficios.
El torneo, en un campo que ahora se subasta, también se celebró en 2011, aunque no han aparecido los documentos que podrán elevarían hasta los trece millones las adjudicaciones golfistas a la Púnica.