Eduardo Madina, hasta este viernes formaba parte de la Ejecutiva. Esa cercanía a la cúpula ha hecho que muchos le vean como el nombre más fuerte. Su prioridad: "Transformar profundamente el partido".

Mientras, otro de los aspirantes, Pedro Sánchez, hace bandera de la palabra "cambio". Quiere cambiar el PSOE, pero sobre todo, acabar con las fisuras internas. "Os digo, debate sí, pero unidad. Os digo, competición sí, pero entre compañeros. Yo trabajaré  para que sea el congreso del cambio y de la unidad". Hará 30.000 kilómetros, dice, para acercarse al "corazón de los militantes".

Quien también apela  a la militancia es Alberto Sotillos. El aspirante del PSOE madrileño subraya sobre todo una palabra: "refundar". Quiere que el PSOE vuelva a ganar algo que es fundamental. "Sobre todo credibilidad. Porque tenemos que ganar votos, pero sobre todo credibilidad y ser coherentes", defiende.

Sotillos añade que no se trata de un proyecto de caras, sino de "liderazgos colectivos". Ese mismo liderazgo es el que defiende el precandidato Pérez Tapias. Él pide "más izquierda" porque, recuerda, es donde debe estar el PSOE.

Los siete aspirantes ya recogen los avales necesarios para convertirse en candidato. Podría haber un octavo, el exministro López Aguilar que el lunes dirá si se apunta a la carrera. Son todos hombres, ni una sola mujer, aunque muchos se lo pidieron a la presidenta Susana Díaz. Ella se aferró a que Andalucía es su prioridad y acalló rumores. De momento,  no dice a qué toro se arrima porque no quiere influir, dice, en el voto de los andaluces.