De Cañete, ni rastro. De Valenciano, solo una esta críptica fotografía y un mensaje ¿demasiado entusiasta? "Debate. Últimos datos. vamos con ellos!! #CambiemosEuropa".
Así que, con los primeros espadas desaparecidos, hoy es el día del telonero. Ensalcemos su ingrata labor. Injustamente desoídos, vilmente ingnorados. El que presenta a Rubalcaba es Javi López, del PSC, mientras fracasa en su intento de ser escuchado. Pero eso no fue lo más duro. Rubalcaba y Pere Navarro llegaron tarde al mitin. Él hablaba y hablaba y sus jefes no aparecían así que decidió multiplicar exactamente por dos la duración de su discurso. Se preguntarán ¿Cómo? Pues repitiendo las cosas dos veces.
Para colmo, Rubalcaba llega de mala baba. En realidad estirar el tiempo es el objetivo primordial de todo telonero que se precie. De tanto hacerlo, abundan los piropos serviles, cunde la lógica básica y al final el teloneado se contagia.
La única ventaja del telonero es que sus patinazos los eclipsan sus jefes. Como González Pons, que siempre encuentra un jardín en el que perderse. "No votar significa rechazar, renunciar al derecho a decidir. Y quien renuncia al derecho a decidir acepta que otros decidan por él". No se engañen, González Pons va en la lista del PP, no en la CIU ni en la de Esquerra Republicana.