La presidenta del
Parlament, Carme Forcadell, concurrirá finalmente a las elecciones del 21 de
diciembre como número 4 en la lista de ERC, mientras que el presidente del
partido, Oriol Junqueras, apunta que Marta Rovira puede ser la próxima
presidenta de la Generalitat.
ERC le había reservado
un puesto en su candidatura, aunque los propios republicanos reconocían hace
unos días que probablemente no aceptaría la oferta, dada su delicada situación
judicial.
De hecho, la propia
secretaria tercera del Parlament y militante de ERC, Anna Simó, que la semana
pasada declaró junto a Forcadell y otros miembros soberanistas de la Mesa ante
el Tribunal Supremo, sí anuncio su renuncia a repetir en las listas al
Parlament.
Forcadell llegó a pasar
la noche del 9 de noviembre en prisión preventiva, de la que salió al día
siguiente después de que la ANC abonara la fianza, a través de su "caja de
solidaridad".
Sin embargo, desde
Twitter, Forcadell ha anunciado: "Siempre he defendido pacífica y
democráticamente lo que creo mejor para mi país. Este 21D lo continuaré
haciendo desde la candidatura de ERC".
Fuentes de su entorno
han indicado que Forcadell prevé mantener un "perfil institucional"
durante la campaña, dando prioridad a su tarea al frente del Parlament durante
el resto del mandato.
Forcadell llegó al
Parlament tras las elecciones de 2015 como diputada de Junts pel Sí, en la que
figuraba como independiente -auspiciada por ERC- tras haber presidido la ANC.
Precisamente el cabeza
de lista de ERC, Oriol Junqueras, que sigue preso, ha hecho llegar hoy una
carta a la militancia en la que tiende la mano al espacio de los comunes, con
quienes propone "tejer complicidades", y sugiere su apoyo a que Marta
Rovira, número dos de la candidatura, se convierta en presidenta de la
Generalitat.
Después de que el
portavoz de ERC, Sergi Sabrià, reconociera el pasado lunes que el Govern no
estaba preparado para hacer efectiva la independencia, Junqueras ha ahondado en
esa autocrítica y ha admitido que se cometieron "errores" de cálculo.
"Ingenuos, creímos
que el Estado nunca se atrevería a aplicar estos niveles de represión. O que la
Unión Europea no permitiría que el Gobierno del PP, en nombre de la unidad de
España, tolerase tantos golpes contra la ciudadanía y las instituciones
catalanas", ha apuntado.
Justamente este
"cambio de discurso tan repentino" en las filas soberanistas ha
"sorprendido" al delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, que
ha considerado "saludable" que el independentismo haga autocrítica
por su "engaño masivo", si bien ha pedido que se comprometan a
respetar la legalidad y ha dicho que "sería muy bueno" poder contar
con "interlocutores válidos" tras el 21D.