La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha renovado por primera vez el voto de la Villa frente a la Virgen de la Almudena, patrona de la capital, para que Madrid sea "un lugar en el que no se huya del sufrimiento del otro" y en el que "la lucha por la justicia" sea un objetivo común. 

En la misa que se celebra en la plaza Mayor de Madrid, la alcaldesa ha renovado el llamado Voto de la Villa ante la figura de la Almudena. Carmena, que anunció que participaría en la celebración religiosa pese a no ser creyente para mantener una "actitud institucional", ha abogado por que la capital española sea "un lugar de reposo para el agotado, con techo para el desahuciado, con amistad para el abandonado, con esperanza para el sin techo y con abrazos acogedores para los refugiados". 

La regidora de la capital se ha comprometido a "construir un espacio de convivencia amable, integrador y positivo, en el que se respeten y promuevan los derechos humanos y en el que resuelvan los conflictos siempre con el diálogo". 

En ese sentido, ha mostrado su intención de "construir una ciudad abierta y acogedora, realmente fraterna en la que quepamos todas y todos, independientemente del color, origen o condición social". "Estamos dispuestos a intentarlo con alegría, respeto y convencimiento de que el otro, para los creyentes, es un hijo de dios y por lo tanto un hermano del alma del que soy corresponsable, y este hecho, seamos o no creyentes, es una gran riqueza y oportunidad para mejorar nuestra ciudad", ha dicho.