Esta no es la primera vez que Bescansa acude a la Cámara Baja con su segundo hijo. Ya lo hizo el pasado 6 de diciembre, durante el acto institucional que tuvo lugar en el Congreso con motivo del trigésimo séptimo aniversario de la Constitución.
Además, tampoco es la primera vez que una parlamentaria acude a una sesión plenaria con un bebé, pese a que el Congreso cuenta con un servicio de guardería propio para diputados y funcionarios.
En mayo de 2012, la senadora del PSC Yolanda Pineda asistió a un pleno de control al Gobierno de la Cámara Alta con su hijo de dos meses, gesto con el que quiso reclamar la implantación del voto telemático en el Senado, como ya había hecho antes el Congreso, para senadores enfermos o con baja maternal, como era su caso.
Otro caso es el de la danesa Hanne Dahl, que en abril de 2009 se hizo con el apodo de 'la euromadre' al llevar a su hijo porque no le quedó más remedio, ya que su marido "tenía una reunión en Copenague", dijo a la prensa.
Por su parte, la eurodiputada italiana Licia Ronzulli estuvo llevando a su hija Victoria durante años al Parlamento Europeo, porque "quería ser símbolo de todas las mujeres que no pueden conciliar su vida profesional con su vida familiar".
En verano de este mismo año encontramos a Daniel Aiuto, que llevó a su bebé al Parlamento europeo. "No fue una decisión planificada, sino una necesidad del momento", afirmó la eurodiputada.
También en 2015, Victoria Donda Pérez, una diputada argentina, llevó a su hija a la Cámara y le dio el pecho durante el Pleno, tal y como ha hecho Carolina Bescansa.