El reloj suena bien temprano por la mañana y Carolina Darias, la hasta ahora ministra de Políticas Territoriales, arranca la jornada de trabajo. Aún es de noche. No han pasado demasiadas horas desde que dio por cerrada la anterior, pero no importa: la costumbre obliga.
Porque lo que ahora son interminables reuniones con las comunidades autónomas, como apoyo del exministro de Sanidad Salvador Illa, antes eran aeronaves y escalas en aeropuertos.
A Carolina Darias San Sebastián (Las Palmas de Gran Canaria, 1965) el trabajo no le asusta, deslizan fuentes de su entorno en conversación con laSexta. "Es una política todoterreno, muy polivalente. Es de esas políticas que puede con todo. No se arruga ante ningún problema ni ninguna situación adversa”, comentan.
Criada en un ambiente humilde y en el que le inculcaron desde siempre la necesidad de estudiar, Darias -licenciada en Derecho por la Universidad de La Laguna- se ha convertido en uno de esos pilares casi invisibles, pero imprescindibles, en la administración pública. Puede que esa visión sea lo que le haya aupado, incluso motivado, a aceptar un reto sin precedentes: heredar el ministerio de Sanidad en mitad de una pandemia.
No sólo eso: también liderar una cartera transferida, que se ha puesto a prueba en el último año y en la que la coordinación es esencial. Más ahora, cuando los datos demuestran que el virus no da tregua y en cualquier momento se puede descontrolar.
"Es una mujer cordial, amable con la oposición y con los que pensamos diferente. Muy poco presuntuosa, poco dada a la altivez para darse pábulo"
Desde la oposición canaria, fuentes argumentan en una charla con esta cadena que Darias es, sobre todo, "una buena persona". "Es una mujer cordial, amable con la oposición y con los que pensamos diferente. Muy poco presuntuosa, poco dada a la altivez para darse pábulo".
Sin embargo, "es una mujer muy gris. A diferencia de Illa, no tiene el peso orgánico en su federación. Ella es una persona muy ligada a Ángel Víctor Torres [líder del PSOE canario y presidente autonómico] y tiene menos fuerza que la que tiene Illa", comentan. "Lo que han elegido es un muro, de cancha de frontón. Tiene poca proyección a largo plazo".
Vida pegada a lo público
Darias siempre fue una mujer socialista, aunque no se animó a dar el paso hasta principios de los años 90. “Se afilió en los últimos momentos de Felipe [González], cuando ya había perdido las elecciones”, puntualiza un buen amigo. Ese gesto, el de arrimar el hombro y hacer equipo cuando no es lo habitual, la acompañaría toda su vida.
Su primer cargo público, el de concejala, lo obtuvo a los 34 años
Funcionaria de carrera [dentro de la Administración Pública de Canarias como Técnica], tardó en dar el salto a la política. Dio sus primeros pasos como concejala en su Ayuntamiento, el de Las Palmas, en 1999, cuando ya contaba con 34 años de edad. Pero su ascenso fue meteórico: del consistorio se trasladó a la Delegación del Gobierno en Canarias, donde ocupó el cargo de subdelegada en la provincia de Las Palmas.
Diputada autonómica durante un breve periodo de tiempo, pronto ascendió a la Delegación del Gobierno, ocupando ya el cargo como titular. Fue en ese momento en el que su expediente, hasta entonces inmaculado, contó con su primera gran polémica: la contratación de su marido en el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, como inspector de basuras, con un sueldo mileurista. Sin embargo, tras unos cuantos titulares, la situación se desinfló y quedó en nada.
Folclore y diversidad
La relación con su marido, José Afonso García, un hombre bien conocido en la isla por su pertenencia -y liderazgo- a un grupo musical folclórico canario, Los Gofiones, deja patente otro de los grandes rasgos de Darias como líder: es leal a sus orígenes, a su identidad. "Celebra la diversidad", deslizan quienes la conocen, y la fomenta.
“Siempre ha tenido una pizca de sensibilidad”, apuntala un viejo amigo. Especialmente con la inmigración. Es un fenómeno sin el que no se puede entender el criterio de Darias. La gestión del día a día sin convertir los dramas en cifras. Diferenciar lo estructural de lo humano.
La inmigración es un asunto especial para ella, especialmente tras el caso de Aminatou Haidar.
Porque a Carolina Darias no se le olvida el caso de Aminatou Haidar, una activista saharaui que se declaró en huelga de hambre porque quería retornar a los campos de refugiados y Marruecos no le dejaba entrar. Corría el año 2009. Haidar voló a Marruecos procedente de Nueva York, a donde había viajado para recoger un premio. A su vuelta fue detenida ilegalmente durante 24 horas por las fuerzas policiales marroquíes y expulsada el sábado 14 de noviembre hacia Lanzarote. Tras 32 días en huelga de hambre, pudo volver al Sáhara.
“Aquello fue una situación para enmarcar en el área del derecho internacional. Ese episodio la curtió: se vio enormemente acosada y aislada. Muchas protestas solidarias, que no estaban conformes con sus decisiones. Pero como otras tantas ocasiones salió airosa”, rememoran fuentes de la Delegación del Gobierno canario.
Quizás por esa resiliencia demostrada una y otra vez nadie se extrañó cuando Darias se convirtió -tras cuatro años como Consejera del Cabildo de Gran Canaria- en la primera mujer presidenta del Parlamento autonómico. Fue en la pasada legislatura, entre los años 2015 y 2019.
Europeísta convencida
Y no fue su único hito al alcanzar el puesto: también fue la primera socialista en hacerlo en más de 25 años, desde que presidiera la cámara canaria el fallecido Pedro Guerra entre 1983 y 1987. De ahí dio el salto a la consejería de Economía canaria y, finalmente, a Moncloa.
Un colaborador cercano a Darias en aquella etapa la rememora siempre “trabajando”. “Se trabaja muy bien con ella, cuida de su equipo. Es una persona muy responsable”, apostilla, porque “dio un impulso a la institución, por la proyección en el exterior, con difusiones europeas”, rememora.
Darias impulsó la proyección internacional del Parlamento de Canarias
Fuentes de su entorno concuerdan con el retrato, “no ya por el hecho de dirigir los debates, sino por el empeño que puso en proyectar la institución con actividades que no le eran propias”, remarcan. “Se empeñó en convocar órganos de otras regiones europeas, como una célebre convocatoria que hizo de las mujeres parlamentarias africanas”.
“Ella tuvo un papel protagonista en las reuniones de la Comisión de las regiones de la UE, por Macaronesia [la entidad formada por Madeira, Azores, Canarias, Cabo Verde]. Presidió la COPREPA [Conferencia de Presidencias de Parlamentos Autonómicos de España], y tuvo un sitio destacado en la CALRE [Conferencia de las Asambleas Legislativas Regionales de Europa]”, inciden fuentes cercanas a la ministra. Incluso acogió en Canarias una sesión conjunta de Congreso y Senado en un acto para celebrar el aniversario de la Constitución.
Feminista luchadora y conciliadora
Puede que aquellos tiempos fueran el germen de sus relaciones políticas, más allá del partido. Goza de una buena relación con el popular Pío García-Escudero, expresidente del Senado. Aunque quizás la más destacada es la sintonía que tiene con el rey Felipe VI, con quien goza de mutuo aprecio.
La hasta ahora ministra de Políticas Territoriales tiene una sintonía especial con el rey Felipe VI
Pero si hay un rasgo que todas las fuentes consultadas destacan de la hasta ahora ministra de Política Territorial es que es “absolutamente feminista”. “Es una feminista luchadora y conciliadora. No es de las mujeres que aún tomando partido por algo genera una tensión o crispación de ánimo. Todo lo contrario”, alega un viejo amigo.
Un colaborador rememora su empeño por el desdoble femenino en sus alocuciones. “Siempre quiere dejar patente eso. Le da igual que la norma de la RAE diga lo contrario”, ríe cuando recuerda la anécdota para laSexta. “Es muy de conceder a la mujer el valor de estar delante. Sobre todas las cosas, es defensora de la igualdad”.
Madre de tres niñas
El reto que ahora se le presenta al asumir la titularidad de Sanidad para el Gobierno de España le dejará menos tiempo aún para sus pasiones, como son la lectura y la naturaleza, y su familia, uno de sus grandes pilares. Junto a su marido, son padres de tres niñas, adoptadas todas.
Precisamente, el hecho de que no sean biológicas fue algo que la unió a otro de los grandes pesos de su partido, el exministro José Bono, que también adoptó a una hija y con “el que comparte mucho criterio”.
Su gran apoyo orgánico es María Teresa Fernández de la Vega, aunque también tiene buena relación con Bono
Pero el que, a todas luces, es su gran referente y su faro moral dentro de las filas socialistas es la exvicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, aunque también guarda una relación especial con el expresidente del Parlamento de Andalucía Juan Pablo Durán.
De vacaciones a Cantabria
Sin embargo, sus vacaciones las pasa, tradicionalmente, en el norte de España. Las rutas senderistas por el País Vasco y, especialmente, por Cantabria y los Picos de Europa son su perdición.
Enamorada del norte de España, pasa sus vacaciones en Cantabria
“Carolina tiene sentido del humor, es una persona muy responsable, muy centrada en su trabajo. Cualquier reto que se proponga estoy convencido de que lo saca adelante, se vuelca en todo lo que hace, da el 150% de sí. Es una persona que se dedica de una manera brutal”, apostilla un antiguo trabajador en sus equipos.
A pesar de que su brega política es bastante extensa, sigue siendo una gran desconocida para la mayoría… hasta ahora. Es la joya por descubrir, según su entorno, pero sin ansiar el foco ni la popularidad: “Es una mujer de partido, siempre lo ha sido. De hecho ahora ella está ahora al servicio de lo que diga el presidente del Gobierno. Lo que diga el presidente, siempre”.