El 'no' a los Presupuestos tiene un precio. En el caso de Cataluña: perder la mayor inversión estatal de la última década.
"Había un aumento espectacular de inversión en Cataluña, de hecho, ha generado recelos en otras Comunidades Autónomas que se han sentido agraviadas", señala José Carlos Díez, economista y analista.
Concretamente, 2.051 millones de euros de inversión directa, más otros 200 pactados en una comisión bilateral, un 66% más que el año anterior.
La mayor partida es la referida a infraestructuras. Serían 1.875 millones menos para carreteras, aeropuertos y, sobre todo, la red de trenes. Para su mejora, se habían reservado 650 millones.
"Los trenes de Cercanías se están quedando obsoletos y están teniendo averías como en Extremadura", afirma Díez.
Salvador Guillermo, director de Economía Foment del Treball, explica que "excepto aquellas obras que estén ya plenamente licitadas, todas estas inversiones que inicialmente estaban previstas, decaen".
Los Presupuestos Generales también contemplaban herramientas para refinanciar la deuda de las Comunidades Autónomas. Un cargo que, en el caso de la Generalitat, asciende a 57.000 millones de euros.
"Nosotros entendemos que en un momento como el actual era importante no añadir elementos de incertidumbre", afirma Guillermo.
Además, queda en el aire el aumento de prestaciones sociales. Los afectados son beneficiarios a las ayudas a la dependencia, menores en riesgo de exclusión social o estudiantes becados.
"Tenemos tantísimas necesidades sociales que atender que nosotros entendemos que tendríamos que llegar a una modalidad de relación donde algunas políticas sociales queden blindadas", señala Sòna Fuentes, presidenta de Entidades Catalanas de Acción Social.
Sin fondos esos sociales del Gobierno central, para la Generalitat será difícil aumentar estas partidas en sus cuentas autonómicas, que están todavía pendientes de aprobación.