Concluye un cónclave muy tranquilo y sin confrontaciones internas. Izquierda Unida ha permitido dejar muy claro que el objetivo que se plantea la formación es aglutinar una mayoría social para poder ser alternativa de gobierno.
Además de la elección del próximo líder de IU, se designará a un 70% de los miembros del Consejo Político que es el que vota al coordinador, y se llevará a cabo la votación de las 58 resoluciones que se han adoptado en las distintas comisiones. Para la elección del otro 30% que conformará el máximo órgano de gobierno de IU, que hasta ahora integraban 180 personas, aunque el número puede variar, hay un periodo de un mes. Son las federaciones autonómicas, en función de su número de militantes y su representación institucional, las que tienen que elegir a ese tercio restante.
Desde 1994, cuando Julio Anguita fue reelegido por unanimidad en la cuarta asamblea, Izquierda Unida no había vivido una situación interna tan apacible y tan cohesionada, lo que ha permitido a Cayo Lara volver a aspirar a encabezar IU al frente de una candidatura "integradora y plural".
La lista de Lara, a quien se ha visto bastante satisfecho en una conversación informal con periodistas, la integran unos 150 nombres en orden alfabético y alternando hombres y mujeres para respetar lo más posible la paridad.