El Gobierno y el PP han censurado en los pasillos del Congreso el comportamiento de las tres activistas de Femen que han interrumpido el pleno con el torso desnudo al grito de "¡aborto es sagrado!", mientras que el grupo de la Izquierda Plural ha aplaudido su actuación.

Para el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, lo ocurrido en el hemiciclo ha sido una "falta de respeto a la soberanía popular". Durante el forcejeo con los agentes de seguridad, una de las mujeres ha perdido un zapato que ha caído desde la tribuna de invitados a los escaños de los diputados.

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, ha dicho que lo ocurrido le parece "mal", porque supone incumplir el reglamento de la Cámara, que prohíbe "proferir ningún tipo de gritos y menos hacer lo que han hecho".  Aunque Ayllón ha sugerido que la responsabilidad de lo ocurrido podría recaer en el grupo parlamentario que las ha invitado, un portavoz del Congreso ha aclarado que estas mujeres han acudido al pleno por iniciativa propia gracias al llamado "turno libre".

También el portavoz del PP, Alfonso Alonso, ha criticado el episodio, ya que, a su juicio, el Congreso "no es el sitio para esas cosas; el Parlamento es para cosas más serias", ha defendido.

En defensa de la protesta ha salido el líder de IU, Cayo Lara, que ha justificado los aplausos que han dirigido los diputados de su formación a estas mujeres en el hemiciclo. Lara ha argumentado que "si no se puede aplaudir a un grupo de personas que vienen al Parlamento a defender el derecho al aborto, pero sí se aplauden decisiones que hacen daño a la gente, es que hay dos varas de medir". En la misma línea, el portavoz de la Izquierda Plural, José Luis Centella, ha tildado de "cínico" al ministro Ruiz- Gallardón por criticar a estas mujeres, "cuando en esta Cámara se han aplaudido decisiones sangrantes para los ciudadanos".

El diputado de ERC Joan Tardá ha quitado importancia al incidente, al que se ha referido como una "acción de protesta en favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, que como toda acción de protesta tiene su sentido".