A las 12 puntuales en las plazas de decenas de ciudades catalanas y con un cometido: "Sin banderas, de blanco, por la paz y por el diálogo". Cientos de personas alzaban la voz de forma unánime: "Que hablen, que hablen, que hablen, que hablen".
Su eco pidiendo diálogo resonaba en las plazas de toda Cataluña y en ellas solo bastaba llevar una flor, un globo, una sábana o un folio en blanco para llamar al entendimiento: "Nos están dividiendo: familias, amigos, trabajo...", "vamos directos a la ruina", "nos están metiendo en un atolladero".
Ni rastro de banderas españolas o esteladas ni de ningún movimiento político: "No somos de ningún partido, tampoco consigna, solo queremos que hablen". Mayores, jóvenes, independentistas o no y hasta las mascotas portaban algo blanco, Blanco de Paz: "Queremos paz, queremos vivir en paz todos juntos".
En la Plaza Sant Jaume, el clamor popular ha emocionado a muchas personas allí concentradas, entre ellas, la alcaldesa Ada Colau. Frente a las imágenes violentas vividas hace una semana, hoy las manos se levantaban para pedir una vez más, sensatez: "Esta división está llena de odio y de rabia y no podemos continuar por un camino que nos lleva a la violencia".
Y entre el blanco de las camisetas y los carteles, también el del vestido de novia de una pareja que se han dado el sí quiero entre la multitud de la plaza Sant Jaume. Es hora para dialogar, dicen. Cataluña, España, los ciudadanos os piden que habléis.