El CGPJ afronta la dimisión de Carlos Lesmes en su primer pleno sin el presidente. El bloqueo de la institución es ahora más flagrante. Progresistas y conservadores habían apuntado inicialmente a Rafael Mozo, el vocal de más edad, como sustituto de Lesmes, sin embargo no podrán hacer nombramientos por estar en funciones.
La sustitución de Lesmes en el Consejo es la máxima prioridad entre los vocales, muy críticos con el informe encargado por el presidente saliente, que concluye que debe ser sustituido por Marín Castán como presidente del Consejo y del Tribunal Supremo. Desde el sector conservador se apunta que el progresista Rafael Mozo no puede ser considerado presidente del CGPJ. Lo consideran "el vocal que asume la suplencia de la presidencia vacante".
No obstante, el gabinete técnico del Supremo concluyó que el sustituto de Lesmes en ambas instituciones será, de manera automática al día siguiente de publicar su renuncia el BOE, el presidente de Sala más antiguo del tribunal, Fernando Marín Castán, muy próximo a su figura y a quien respaldó por unanimidad la Sala de Gobierno del Supremo.
Sin embargo, prácticamente ningún vocal acepta lo que todos ven como la última maniobra presidencialista de Lesmes. Todos quieren tener voz y que no les impongan un presidente, de ahí que las opciones pasen por aceptar el planteamiento del presidente saliente u optar por nombrar al vocal más antiguo, Mozo, aunque habría que ver si con sus funciones limitadas.
Así, lo que aparentemente iba a ser un pleno monográfico para que los miembros de la comisión negociadora dieran cuenta de las gestiones realizadas, se va a convertir en un debate sobre quién debe presidir el órgano de gobierno de los jueces habida cuenta de los acontecimientos de los últimos días, con un crisis institucional sin precedentes en el Poder Judicial tras la renuncia de Lesmes.
Fuentes jurídicas consultadas por EFE apuntan ya a la posibilidad de que pueda producirse una bicefafia, con un presidente distinto para cada órgano. Marín Castán para el Supremo y Mozo para el CGPJ, una tesis que cobra fuerza en las últimas horas.