Podemos es también protagonista del análisis del último barómetro del CIS. Se entiende su crecimiento como un voto más de castigo que de ideología. Incluso desde la formación de Pablo Iglesias se encargan de desmarcarse de la división entre izquierdas y derechas.

Cuando el CIS pregunta a los españoles si se consideran de izquierdas o de derechas, la mayoría se sitúa en el centro y el centro izquierda. Pero después, apuestan por dar su voto a Podemos, un partido al que colocan más a la izquierda ideológicamente. Eso convierte a los socialistas y a Izquierda Unida, en los grandes perjudicados.

El voto de Podemos es, según el CIS, mayoritariamente masculino. Dicen los expertos que a los hombres les cuesta menos votar a candidatos rupturistas. También es voto joven, nada que ver con lo que le pasa al Partido Popular.