Segundo asalto del combate entre Aznar y el PP y ahora los que golpean son los cercanos a Rajoy. "Yo no coincido con el análisis del presidente Aznar", declara el ministro de Asuntos Exteriores.
Discrepan y se rebelan llevando la contraria, porque si Aznar dice que no hay que tocar la Constitución, Margallo dice lo contrario, afirmando que "no está tallada en piedra".
El presidente de honor coloca a Ciudadanos a la derecha, mientras que el vicesecretario del Partido Popular Javier Maroto les manda al centro izquierda.
Si algo ha conseguido la bronca de Aznar es quelos populares reaccionen contra el partido de Rivera, y en esta batalla por colocar a Ciudadanos, también entra el PSOE, que los devuelve a la derecha.
Para Albert Rivera, la explicación es que el bipartidismo se equivoca de enemigo, y que lo importante es que "los ciudadanos tienen muchos problemas y el Gobierno de España junto al líder de la oposición se dedican a pensar en su partido".