Tensión a la salida de la casa de los padres de Jordi Pujol. Pujol asegura que sí va a hablar, pero que lo hará cuando el Parlamento le convoque. “No es que tenga más que decir, sí que tengo más que decir, yo iría, lo que pasa es el que el Parlamento se tiene que poner de acuerdo con la fecha", asegura Pujol.

Mientras tanto, la gente que le esperaba en la puerta de su domicilio le increpa y le piden que “devuelva el dinero de los catalanes”, además de llamarle “ladrón”. Tampoco se ha librado su hijo Oriol, que ha salido, acompañado por una persona que se escondía debajo de un casco.

También ha tenido que escuchar los gritos de la gente, que indignada le gritaba “ladrones” o “chorizos”. La presión mediática y vecinal ha provocado también el enfado de Marta Ferrusola, la mujer de Pujol. Un descontento ciudadano que reclama explicaciones cuanto antes.