La UDEF sospecha que los Pujol prestaron toda su enorme red de blanqueo de dinero a otras grandes fortunas catalanas después de que hayan comprobado que hay enormes cantidades de dinero que salían de las cuentas de la familia a las cuentas de constructores o empresarios, con los que tenían fuertes vínculos.

Entre los movimientos que escaman a los investigadores está uno de noviembre del 92, en el que Pujol Jr envía desde una de sus cuentas 60 millones de pesetas al empresario Ramón Ubals hasta que en años posteriores, 87 millones hacen el camino a la inversa.

Desde la cuenta 84400 también se transfirió dinero a empresarios, y más en concreto fueron 50 millones de pesetas a Josep Rubau y otros 50 a Carles Villarubí.

Además, los investigadores sospechan que junto a las comisiones los empresarios le daban dinero propio a Pujol Ferrusola, el cual él presuntamente blanqueaba, se quedaba su parte y el resto se lo devolvía limpio a sus dueños.